Notas :
Referencia de la figura:
Dodecaedro etrusco de significativa confección a cuya figura se le atribuía una serie de conocimientos simbólicos relacionados al "devenir del tiempo" (hallado cerca de Pádova, Italia). Entre inagotables consideraciones, y como ejemplo de una superposición tradicional de sentidos está, en cierto modo, relacionado a nuestro tema, ya que implica el cero, el punto, el movimiento y la interacción poliédrica. Pitágoras consideraba al dodecaedro como "Imagen del Cosmos" y le otorgaba ciertas virtudes relacionadas entre sus doce caras pentagonales y sus treinta triángulos rectángulos inscriptos (12X30=360) coincidiendo con los conocimientos cíclicos de impronta egipcio-babilónica y de diversas sociedades tradicionales concernientes a la división de la circunferencia y por ende de la figura zodiacal. Por otra parte, recordemos que, en la representación geométrica la construcción de los poliedros queda gráficamente determinada por la acción esférica, siendo el dodecaedro, cúlmen de la construcción poliédrica, ya que a partir de ello es imposible hacer derivar algún otro poliedro de mayor cantidad de lados, y por lo cual los cinco poliedros regulares quedan inscriptos y se derivan del dodecaedro de caras pentagonales. Asimismo, Platón mas allá de asociarlo al agua como elemento correspondiente, sin embargo, por sus caras pentagonales, también lo identificaba a la quintaesencia (agua celeste), por lo cual simboliza la "sustancia" de la cual están hechos los planetas, las estrellas, el tiempo y el espacio; así como todas las determinaciones de nuestro mundo, es decir un representativo del Universo.
1) Del término peyorativo "esquimo" (comedores de carne) usado por los vecinos adversarios vabinaks fue adecuado el de "esquimal", aplicado por primera vez en las narraciones de viaje del pastor protestante Biar para darlo a conocer en Europa a principios del siglo XVII.
2) Sobre el concepto de tiempo decía San Agustín: "Si me lo pregunto sé lo que es, pero si me piden que lo defina, no me es posible definirlo" (Confesiones). Análogamente, en su mayoría, las sociedades tradicionales no poseen el concepto abstracto del tiempo (ni del espacio), por los cuales carecen de nombres específicos para designarlos, pero si los comprenden conjuntamente, en carácter de determinaciones cualitativas y saben de sus aplicaciones "reales". Por ejemplo, en la tradición universal el espacio terrestre no se concibe separado del celeste ya que están unidos por el horizonte, y cuyo segmento de línea es integral al círculo que simbólicamente los representa.
3) Entre múltiples identificaciones, se sabe que el término kin entre los mayas incluía análogamente nociones tales como "día", "tiempo" o "sol". Igualmente, podríamos mencionar algunas voces de las tradiciones caribeñas que cumplen la misma función simbólica, como ser wey (Pemón), shi (ye'kuana) o chich (cumanagoto). A pesar de las cuantiosas pérdidas originales los interesados en este aspecto puntual podrán constatar (de un extremo al otro del "continente americano") numerosos ejemplos aún subsistentes del patrimonio indígena.
4) "Dios se complace en esta igualdad donde hace circular juntamente su Naturaleza y su Esencia (M. Eckhart. S.12). Señalemos en términos correlativos la correspondencia de esto con la noción del "instante" como medio de "acceso" o identificación con el presente eterno.
5) Tal como ello, en carácter de insuficiencia, ha sido señalado por Guénon en cuanto adjudicar al tiempo la categoría de "cuarta dimensión" del espacio (El Reino de la Cantidad y los signos de los tiempos, Cap. XXIII)
6) Respecto a las falacias de estas posiciones que pueden resumirse en cuanto a "un comienzo y un final del tiempo" o "una duración que dura siempre, sin comienzo ni fin" ver Introducción de Ananda K. Coomaraswamy en "El Tiempo y la Eternidad".
7) De la teoría tradicional de los ciclos cósmicos (con todos los visos de dificultad y complejidad que puede acarrear una pretendida explicación exclusivista de ella) hay equivalentes en diversas tradiciones. Hasta ahora, la mejor explicación de conjunto (en términos para occidentales modernos) es sin dudas la aportada por el mismo René Guénon a partir de la doctrina hindú y en donde se explica en parte, dicho carácter descendente resumido en los siguientes términos: "Todo desarrollo cíclico, es decir en suma, todo proceso de manifestación, al implicar necesariamente un alejamiento gradual del principio, constituye realmente, en efecto, un 'descenso', lo que además es también el sentido real de la 'caída' en la tradición judeo-cristiana" (René Guénon en "Formas tradicionales y ciclos cósmicos", Cap. I). También: "contrariamente a cuanto afirman ciertas concepciones erróneas del movimiento cíclico, no puede haber ninguna 'subida' de orden exterior posterior a la 'bajada', ya que la progresión de la manifestación como tal es siempre descendente desde el principio hasta el fin" ("El Reino de la Cantidad y los signos de los tiempos", Cap.XXIII, Nota 6)
8) Para una explicación de las relaciones entre la esfera primordial, el huevo del mundo y el desarrollo de la manifestación cósmica, René Guénon ("Símbolos Fundamentales de la Ciencia sagrada", Cap XXXII y Nota 5)
9) No hay que olvidar el carácter de relaciones lógicas que esto posee en cuanto a los conceptos de cero, unidad innumerable y multiplicidad indefinida.
10) Una de las cuales puede ser la concepción platónica de chrónos (tiempo) y chóra (espacio). (Consultar "Timeo")
11) "Acerca de la docta ignorancia", Cap. XXI.
12) "Hijos de la Primavera" (FCE, México, 1995)
13) "El Tiempo y la Eternidad", (Cap. V).